Coleccionables

 

Llega septiembre y es inevitable

que nos invada el coleccionable;

muestra sus poderes en televisión

donde capta a los incautos hacia la colección;

a plazos y por entregas se pueden acumular

las cosas más diversas y asombrosas

que su casa van a decorar

sin gastar en cuadros y porcelanosas.

 

Llenemos la vivienda de vitrinas

para colocar todas las figuras y maquetas

que de las miniaturas más peregrinas

puedan imaginar mentes inquietas:

Coches, motos, barcos y aviones

antiguos, modernos y de pequeñas proporciones;

muñecas, soldaditos y dedales

abanicos, vajillas y minerales

y en el apartado de las piezas

construimos con empeño y entereza

huesos de dinosaurios

vísceras de humanos

partes de barcos legendarios

piezas de edificios y mecanos.

 

En cada fascículo semanal

se entrega una partícula de la construcción

y al cabo de algunos años de colección

se completa el edificio, el barco, el animal…

 

Ahora, los kioscos, para vender las colecciones

tienen que disponer de un amplio local

con amplias instalaciones

para albergar tal material.

Como este invento es lucrativo

 la prensa de periodicidad diaria

se ha apuntado de modo activo

a tipos de colecciones varias

que con periódicas entregas

animan e incitan a la lectura

hasta que la angustia llega

no hay suficiente casa para tanta cultura.

Entonces el comprador, paciente y sufrido,

está ante un inquietante dilema:

O va eliminando a los volúmenes adquiridos,

o ya no se ilustra y pasa de este tema.


Moraleja:

En esta época de tanto coleccionable

se cauto, prudente y mesurado

cultivarse es muy respetable

siempre y cuando no resultes por el fascículo axfisiado.

 

27 de septiembre de 2007