CONQUISTAS

 

Primus I cuenta su experiencia

primero con cierta dolencia

y al final con complacencia
 
Hace unos días por cuarta o quinta vez intenté conquistar a una mujer que desde hace tiempo viene atrapando mi corazón. Al parecer a la susodicha le gusta hacerse de rogar puesto que en todas esas ocaciones mostraba una indiferencia casi total hacia mi persona y me rechazaba no sé porqué. Yo buscaba las palabras más tiernas y románticas, los poemas mas hermosos para enamorarla pero de nada servía ya que ella ni las gracias me daba. Y así paso el tiempo, hasta que un buen día se me ocurrio tocarle unos nocturnos y romanzas...
La mujer cayó derretida de amor y se me vino encima.
¿A qué se debe este fenómeno?
 
El Parapoeta, ante tal sincera confesión
glosa unas rimas  del romance
que inmortalizan el percance
sacando una moraleja del suceso en cuestión
 

Primus I "el Conquistador" cortejaba con insistencia a una fermosa mujer
pero la doncella desaires a este mancebo daba
el doncel con tiernas palabras y hermosos poemas se esforzaba
pero a la ingrata no le causaban ningún tipo de placer
hasta que en una mágica e iluminada fecha en tiempo diurno
a nustro Primus se le ocurrió
tocar a la bella sus romanzas y su nocturno
y la creatura se excitó
y rendida a sus toques cayó

Moraleja:

No hay nada mejor
para cortejar al amor
que ser un buen tocador