El Iluminado

 

Descansaba Genaro, el  pastor

en un prado cerca de Valdemorejo

cuando oyó un extraño rumor

y pensativo, se rascó el tupido entrecejo.

 

De repente su bota de vino

subió por los aires ¡que visión!

y el bocadillo de salchichón

enseguida siguió idéntico camino.

 

El pobre infeliz no daba crédito a lo que veía

la bota y el bocadillo subían y subían

y tanto y tan  alto subieron

 que al final, desaparecieron…

al  cabo de un rato el cuitado, en lo alto escuchó

un ruido prolongado

era tenue pero bien sonado

como un eructo o algo así le pareció.

 

Genaro pensaba contrariado

algún extraño mi comida ha robado

y así estaba cabizbajo y meditabundo

cuando de repente apareció un ser de otro mundo

era un apuesto y brillante mancebo

cabellos rubios y tez pálida tenía el efebo

un traje estrellado, ceñido y de relumbrón

y unos ojos rojos tenía tal aparición.

 

No te asustes ignorante pastor

bueno estaba tu alimento, ¡alabado sea el Señor!

soy un ángel que se te ha mostrado

porque te quiero hacer un iluminado.

 

No entiendo, santón

 cual es exactamente tu intención

más que un ángel celestial

me recuerdas a un jodido alien maricón

que se ha comido mi sustento, ¡tal cual!

 

No nos ofendas so insensato

miserable e incrédulo pecador

te subiré conmigo al cielo un buen rato

para que creas y alabes a tu señor.

 

Y el pobre cateto se encontró de forma inesperada

en un lugar luminiscente y de fantasía

muchos ángeles por allí había

y por el aire circulaban naves ovaladas.

 

De repente se halló en una sala futurista

echado en una especie de camilla

había como focos de operaciones a su vista

y algo le molestaba en la coronilla

enseguida apareció un ente sobre el humano

era el mancebo de ojos colorados

llevaba extraños aparatejos enganchados

cuan culebras filiformes en sus manos.

 

Zurdiel me llamo, terrestre… ¡zagal!

y soy tu ángel protector

si me obedeces, vivirás mucho mejor

y tendrás poderes de tipo paranormal

te voy a colocar un implante

en tu peluda coronilla

te rasuro primero esa poblada pelusilla

que en tu cabeza de animal es abundante

una vez hecha la operación

en tu hueco cabezón

serás un terrestre iluminado

con poderes y algo más ilustrado

cuando el cogote se te ilumine

por este ángel del señor serás guiado

manejarás al pueblo por mi señalado

o sea, el que mi señor determine.

 

Oye, angelón mío y yo me pregunto

pues aunque soy necio e ignorante

conozco la Biblia punto por punto

y soy aficionado a los platillos volantes.

 

Eso que me propones es rancio y antiguo

creo que estás un poco desfasado

¡déjame en paz! y vete por donde has venido

que esas historias divinas ya hace tiempo que han pasado

si ahora, alien tontorrón, quieres manejar a la humanidad

tendrás que cambiar de estrategia y mostrarte de verdad

¿o es que teméis que os recibamos de forma hostil

pues ya hemos inventado el misil?

 

Dice bien este insensato

de todas formas le pondré el aparato

y cuando le devuelva al prado

no recordará nada de lo aquí pasado.