España, por fin en campeón
Los “Aragonés’boys” han cumplido
y a todos, gratamente, nos han sorprendido.
Este bravo equipo ha roto el gafe y la maldición
de los temidos cuartos de final
y con su especial toque de balón
han superado a Italia, Rusia y Alemania en gesta sin igual;
a pesar de que el “A por ellos” nuestros oídos machacaba
un himno futbolero ramplón y bobalicón
que la hinchada algo sí como que cantaba
nuestros paladines atinaron bien al pelotón
y los necesarios goles el portero contrario encajaba.
De todas formas, nuestros hinchados forofos, “la afición”
ahí han estado, animando, que es su cometido
en los campos vieneses han sonado y se les ha visto embravecidos
y nuestros colores españoles han lucido sin complejos y con pasión.
¡Arriba y viva España! se ha escuchado en tan señalada ocasión
a algunos no les habrá gustado esta frase, este gesto
y si el evento se les ha hecho indigesto
¡ajo y agua!, ante esto.
Y después de tal histórica hazaña
celebraciones en los pueblos y ciudades de España:
Las fuentes de nuestra capitales
se han “secado” de tantos baños y festivales;
la noche del triunfo fue de traca, clamorosa y activa
el gentío dio rienda suelta a su alegría
las borracheras abundaron más que otros días
y los sonidos de la noche aumentaron de forma significativa;
y aunque el gafe de Zapatero se temía al acudir al suceso nuestro presidente
resultó ser una falsa alarma
al “niño Torres” esta vez no le falló el arma
y metió un espléndido gol que significó esta copa campeona y reluciente.
Así que España está de enhorabuena
y festeja este título futbolístico con euforia y contento, olvidando sus penas.
